IVERMECTINA EN EQUINOS

1 diciembre 2010 at 6:27 PM Deja un comentario

El uso de la IVM en equinos revolucionó la medicina y los programas de control que hasta ese momento se utilizaban en esta especie.La IVM demostró ser efectiva ante un gran número de parásitos de enorme importancia económica en estos animales y además, demostró ser de gran seguridad.

La primera formulación de IVM destinada a la especie equina consistió en una formulación oleosa de administración intramuscular, muy parecida a la utilizada en bovinos, y que demostró presentar algunos problemas de reacciones adversas en la especie, los que consistían en reacciones anafilácticas y miositis clostridiales ubicadas en el sitio de inyección del fármaco, por lo que fue eliminada rápidamente del mercado en el año 1984. Fue entonces cuando se formuló la actual formulación de administración oral que se usa comúnmente en la actualidad y que consiste en un pasta o en un gel con IVM al 1,87 o 1 % respectivamente.

La dosis terapéutica recomendada en equinos es de 200 µg/kg de peso vivo y es de una alta seguridad. Síndromes de toxicidad aguda se han detectado en equinos inyectados con 60 veces la dosis recomendada y en otros casos con 9 veces la dosis pero en intervalos repetidos de tiempo. Sin embargo a las dosis recomendadas es enormemente segura incluso para el tratamiento tanto de potrillos como de hembras preñadas.

Espectro de acción

Como ya conocemos, la IVM es efectiva ante nemátodos y artrópodos. Los que pueden ser muy perjudiciales en los equinos pues disminuyen su rendimiento físico, en el caso de caballos de deporte, y su performance reproductiva, en el caso de los equinos destinados a la crianza. Además cada parásito origina problemas más específicos según la especie como las arteritis verminosas producida por los grandes Strongylos, cólicos ocasionados por distintos parásitos intestinales y las sarnas producidas por una variedad de especies de ácaros. Por otro lado, la presencia de estos parásitos disminuye la calidad de la pradera pues ésta se infesta y genera un círculo vicioso de constantes reinfestaciones en el equino.

Por todo esto y más, el espectro de acción que posee la IVM es fundamental para los programas de prevención de enfermedades en equinos de criadero, deporte y recreación; y consiste en las siguientes especies:

Nemátodos

Grandes Strongylos

Strongylus vulgaris, adulto y estado larvario en arterias

Strongylos edentatus, adulto y estado larvario en tejidos

Strongylos equinus, adulto

Triodontophorus spp., adulto

Pequeños Strongylos

Cyathastominae, larva en lúmen intestinal L4 y en desarrollo en mucosa L3 y L4

Strongyloides westeri

Otros nemátodos

Parascaris equorum, adulto y larva migratoria

Oxyuris equi, Adulto y estado larvario

Trichostrongylus axei, adulto

Habronema spp., adulto cutáneo y estado larvario L3

Draschia spp., estado larvario L3 cutáneo

Onchocerca spp., microfilaria

Dictyocaulus arnfieldi, adulto y estado larvario L4

Artrópodos

Gasterophilus spp.

Sarcoptes scabiei

La importancia económica y su presencia en Chile de cada uno de estos parásitos dará para un próximo post., por lo que, conociendo ya a quienes ataca, veamos un poco la forma en que la IVM entra al animal tratado, se distribuye, metaboliza y elimina, es decir, conozcamos la farmacocinética de la IVM.

Farmacocinética

Para empezar de tratar en forma un poco más general el tema, debemos saber que la farmacocinética es la ciencia que estudia có0mo se comporta el fármaco una vez administrado al individuo en tratamiento, por lo tanto a través de ella conoceremos la forma de absorción del principio activo, su distribución según los diversos factores que afecten a éste para tal propósito, su metabolización en los órganos dedicados a dichas funciones y finalmente su eliminación.

En el caso de la IVM en equinos, sabemos que ésta es administrada por vía oral por medio de formulaciones en forma de gel y pasta. El proceso de absorción es mucho más veloz por la vía oral (P.O.) que por la subcutánea (S.C.), aunque la biodisponibilidad oral de todas formas es menor, representando un 36,5% de la biodisponibilidad S.C. Aún así, la ruta oral es la preferida debido a las distintas reacciones adversas ya mencionadas que se presentan en el caso de las inyecciones intramusculares (I.M) o S.C.

El tiempo en llegar a la concentración máxima según estudios realizados en Chile por Pérez et al. (1999) indican que la IVM alcanza dicha concentración entre las 6 a 8 horas posteriores al tratamiento cuando es administrada por vía oral, lo que es consistente también con lo observado en mi estudio. Estas concentraciones tienden a llegar entre 45 a 55 ng/ml y se mantienen en concentraciones mayores a 1 ng/ml hasta los 20 a 25 días posteriores al tratamiento.

La IVM, al ser una molécula lipofílica, una vez absorbida al torrente sanguíneo se distribuirá a los distintos compartimientos gracias a las proteínas sanguíneas que llevan la molécula a las distintas zonas del organismo, específicamente las zonas con gran cantidad de tejido adiposo, de las que destacan en el hígado y la grasa. Es por esto último que su volumen de distribución puede ser muy amplio (6,36 L/Kg en mi estudio).

Como ya se había mencionado, la IVM tiende a mantenerse en altas concentraciones por periodos prolongados de tiempo, no por un bajo clearence, que en el caso de mi estudio fue de alrededor de 1143 ml/kg/día, sino más bien por la ya comentada afinidad a los tejidos grasos.

En cuanto a la metabolización de la IVM en equinos, al igual que en todas las especies, es casi nula y su eliminación se da principalmente a través de las heces gracias a que la bilis constituiría la mayor ruta de excreción de la molécula.

Por último, relacionado a la velocidad media de eliminación, la literatura concuerda con los datos observados en mi estudio que sería de alrededor de 4 días.

Uso de la IVM en los programas de control

En la actualidad, el tratamiento antiparasitario más utilizado en equinos es el llamado tratamiento estratégico, el cual admite el uso de IVM en intervalos prolongados de tiempo que coincidan con la cantidad de tiempo que genera esta molécula una eliminación de huevos de parásitos de 0 hasta que vuelvan a aparecer en las muestras fecales, lo que en el caso de la IVM es de alrededor de 8 semanas.

Este tipo de tratamiento permite mantener a los animales con un estado adecuado para lograr la performance requerida y además permite mantener las praderas y establos con un número controlado de parásitos que no generarán mayores problemas en el rebaño. Por otro lado, al ser tratamientos a intervalos prolongados de tiempo disminuye la probabilidad de generación de resistencia por parte de estos parásitos ante la molécula de IVM, tal como se ha dado ya con otras moléculas utilizadas anteriormente como los Benzimidazoles.

Como hemos visto, la IVM revolucionó en gran medida los programas de control antiparasitario para los equinos. A partir de 1981, año en que apareció en el mercado, hasta la actualidad, este endectocida sigue presente y con gran fuerza en los diversos criaderos y clubes donde abundan equinos, es más, se han desarrollado nuevas formulaciones que mezclan IVM con praziquantel, molécula capaz de combatir parásitos de tipo trematodos y cestodos, que no son eliminados por este endectocida; y aún no surgen nuevas moléculas capaces de hacer frente su gran capacidad de acción.

 

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Gentileza de Alberto Montt www.dosisdiarias.com

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